A pocos kilómetros de Avilés se encuentra un pequeño tesoro escondido, el área recreativa de Sollovio. La meta de una ruta preciosa, la de los molinos que, como su nombre indica, se interna en un profundo bosque medio siguiendo el curso del río Casal, sembrado de antiguos molinos que aprovechaban la fuerza del agua para moler el grano.
Este final de ruta nos recompensa con un baño en la piscina fluvial. En un día tan caluroso como hoy se agradece un bañito en el agua fresquita del río.
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