Saber que productos deberíamos consumir y cuáles no, administrar nuestro presupuesto, planificar una compra semanal, discernir entre necesidades y caprichos... Pueden parecernos habilidades que tiene todo el mundo, pero no se trata de un conocimiento innato, es algo que se aprende ¿Y qué mejor forma de aprender existe que el juego? Seguramente ninguna.
Esta tarde hemos pasado un buen rato jugando a administrar nuestro presupuesto de monedas y billetes de juguete para adquirir aquellos productos que vamos a necesitar a lo largo de una semana.
Hemos aprendido mucho y lo hemos pasado muy bien.
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