El Uno es, seguramente, uno de los juegos de mesa más famoso. Jugar a él es muy fácil, es un juego rápido y los/as que no han jugado nunca lo pillan enseguida.
Cómo todos los juegos tiene la capacidad de desarrollar una serie de capacidades mientras nos lo pasamos bien. En este caso: la atención, la concentración, el cálculo, la memoria y los reflejos. Pero sobre todo, es un juego muy divertido que nos gusta mucho.
Y mucho mejor todavía es jugarlo en el parque de nuestro barrio. Los peques, curiosos, se acercan para ver a que jugamos y, por supuesto, les enseñamos a jugar. Y los/as más mayores pueden ver cómo los jóvenes podemos pasar la tarde usando los espacios públicos de una forma sencilla, sana y socializadora.